Noelia Le Shalá


foto x muluk fotografia
foto x muluk, buenos aires

foto x muluk, buenos aires
                                         


SÍ, HAY SEXO.

HAY SEXO EN LA NIÑEZ. Aún me cuesta entender porqué me atraía tanto proyectarme como puta a los 12 años. Es que entre que me averguenzo y me río al recordar las últimas veces en las que he estado karretiando con putiamigas y les muestro una cotona de despedida de octabo básico, de esas que te rayaban lxs amigxs para celebrar el egreso de la niñez.


En los rallados me escribieron: "Filomena, que te vaya regio con los clientes en Stgo, dicen que por allá pagan bien". Aún me pregunto de dónde saqué las ganas de devenir puta, de donde saque la noción de "clientes".

 

HAY SEXO EN LA CIUDAD. Qué morbo siempre me ha generado el espacio público. Ese deseo carnavalezco tan travesti que a muchas nos ha acompañado, ímpetud a intervenir lo público e incomodar. Me encanta sentirme empoderada del territorio, de ir a los arbustos, al bosque, al canal San Carlos, llegar a orgasmos públicos (¿Una Revuelta polular orgiástica? ñam),

luchando creando orgarmo popular

etc. Quizás de ahí vengan mis ganas de pararme en la esquina de la Iglesia de el Tabo. Porque la prostitución travesti se ha realizado principalmente en la calle. Y evidentemente de eso hemos hablado muy poco. 

 

El tabo, San Antonio, Llo-Lleo o Santiago y casi todas las ciudades de $hile contienen Barios Rojos de facto con más de un siglo de historia. Patrimonio Sexual y Urbano que las inmobiliarias quieren erradicar fruto de sus pactos politico-económico con las élites y alcaldías locales. Con los medios de comunicacion de su parte levantan campañas de desprestigio de nuestra condición laboral. Es así como venden sueños heterosexuales, de vida blanca en familia en sus panfletos comerciales, sobre territorios que las putas hemos ganado durante más de un siglo. Pero no podemos olvidar que somos parte de un comercio ambulante que hace rato erradican de las calles, porque quieren entrar en nuestros bolsillos.

Quieren seguir siendo nuestros proxenetas!!!.

 

HAY SEXO EN EL HOGAR. No es necesario un delirio tan profundo para observar a simple vista cómo la arquitectura de nuestros hogares condiciona los espacios de sexo. Existen habitaciones para quienes vigilan y gozan de intimidad y otras para ser vigilados. ¿Hacia donde se abren las puertas en cada habitación? El sexo se piensa principalmente para el dormitorio matrimonial. El living, el comedor o el baño no están constituídos para ello (¿De ahí el morbo?).

Históricamente ha sido el cuerpo de la mujer quién más ha sido encerrado en el sistema doméstico <casa>. Relegada de lo público, ya que desde la racionalidad aristotélica del siglo V a.C. y fundadora de Occidente, se ha argumentado que aquella "costilla del hombre" no es capaz de controlar-se y gobernar-se tal como lo haría su contraparte. De esta forma podemos intuir que el <amor romántico> ha sido una de las campañas políticas heterosexuales más efectivas que, masificada y profundizada por los medios de comunicación post Segunda Guerra Mundial, ha educado a la mujer a transar su vientre, su crianza y su trabajo doméstico por una promesa de <afecto> y <seguridad>.

No he hecho más que enumerar adiestramientos obligatorios a los que toda aquella identidad que se identifique con <lo femenino> seguramente ha deseado y por tanto idealizado alguna vez.

¿Una busca sus propias cadenas?

¿Es una búsqueda genuina, o estará en gran parte condicionada por un sistema mundo capitalista y heterosexual?

 

 "no me gusta laburar, pero sí quiero gastar todo tu dinero. Peligrosa", dice la terrorista Ms Nina.

 

HAY SEXO EN EL COLEGIO. Es fundamentalmente la guardería impuesta por el Estado para que nuestros padres puedan trabajar delegando preocupaciones. Siendo profesora de historia en práctica observé el círculo vicioso que se da en la relacion educativa entre padres y docentes. Lxs padres responsabilizan a estos últimos de educar a los niñxs y así viceversa. Mientras nadie se quiere hacer realmente cargo, les informo que en aquel espacio hay sexo, pero en su dimensión más represiva.

Una de las primeras tareas de la educación formal consiste en pulir cuerpos y subjetividades disciplinadas para el trabajo, hablo de la represión radical del hedonismo, el ocio y nuestro placer en aras del trabajo formal. Fuimos formadas por 13 años para concevir como natural una rutina infinita. Es la enseñanza del tiempo de occidente: comenzar nuestros días a las 8 am. durante 5 días laborales a la semana.

A ello le sumamos toda la arquitectura panóptica y disciplinaria que identificó la sidosa Foucault en aquella institución de vigilancia y corrección de nuestros sexos, al igual que el hospital, al igual que la cárcel. Por ello no nos extrañe que la educación formal solo tiene objetivos capitalistas: La reproducción heterosexual y la acumulación.

 

HAY SEXO EN LA TELE. ¿Me habrá sobreexitado ser parte de una generación educada con Mekano? Hablo de aquel momento donde, como siempre, se lucra audiovisualmente con la sexualidad juvenil en haras de la audiencia, en haras de excitar-estimular-hipnotizar para vender mejor el producto.

¿Cuanto sexo le está vendiendo Paloma Mami a la "pepsi"?

Porque hay putas y putas, unas pueden cobrar mejor, a otras en cambio nos paran en la calle y preguntan si pueden culiarnos por 5 lucas. La industria porno-comercial-visual-publicitaria consume y debora cuerpos jóvenes. Lo que me extraña es que el mercado laboral formal trance a la juventud a un bajo costo. En cambio en el comercio informal y ambulante, el trabajo sexual es nuestra mejor herramienta para subvertir esa juventud supuestamente poco calificada y de bajo costo para el mercado de Mc Donals, Falabella u otro call center.

Al respecto Paul B. Preciado nos entrega generosas herramientas de interpretación y filosofía política-sexual. En su trabajo "testo Yonki" propone del concepto de <capital eyaculador>, o a mí entender: la capacidad de exitar a otres, actualizando a nuestro contexto la noción de <fuerza del trabajo> que alguna vez desarrollo K. Marx a modo de empoderar a la clase proletaria y hacerla consciente del poder que sostenian en sus manos.

Entonces,

¿Cuanto sexo le está vendiendo la Tonka Tomicic a canal 13?

¿Cuanto sexo vende Cristiano Ronaldo?

¿Cuanto sexo vende Soledad Oneto al promocionarse tan formal y creible?

¿O será que los criterios de veracidad se venden aparentemente carentes de sexo?

¿Hay sexo en la verdad? Tarea para la casa

 

HAY SEXO EN EL SABER Y EL HACER. "No soy un objeto erótico-sexual, sino un sujeto sexual", dice la colega Vesania. Y es que estamos convencidas de que el trabajo sexual es un campo político y filosófico de resistensias poco explorado. Carol Leigh a fines de los 70's instala el concepto de <trabajo sexual>, frente a la prudente e inofensiva "indrustria del sexo" utilizado hasta aquel entonces, y así reconceptualizar y visibilizar la profesión y conciliar la filosofía económica crítica con los feminismos.

 

Jose Carlos Henríquez y Sofía Devenir escribieron aquí en la gran pizarra que hay en casa:  "¿Qué es el  sexo? ¿Dónde comienza el sexo?" durante el taller de ciber-prostitución que organizaron junto con quien escribe. Estamos conven-sidas de que somos las putas las sujetas más capacitadas para inminscuirnos en un saber tan reprimido y asociado históricamente a lo salvaje, a lo intrascendente, a lo ocioso, a lo inofensivo, a lo "bárbaro" diría Aristóteles y Sarmiento, su versión latina y moderna.

El trabajo sexual nos dota para responder preguntas filosóficas y políticas mejor que cualquier campo de investigación arraigado en alguna prestigiosa universidad. "La cama" se convierte en nuestra episteme. 

En un contexto de tecnologización invasiva de la subjetividad y en una economía basada en la exitación efímera con objetivos de angustia, incompletitud y por tanto consumo, se nos hace urgente repensar qué entendemos por sexo, por comercio sexual, por abuso, por trabajo sexual. La sobre producción capitalista que amenaza severamente los ecosistemas terrestres sólo será combatida con la instalación de un ejercicio crítico sobre nuestro placer, nuestra saciedad, nuestra satisfacción. Es ahí donde tenemos un campo gigantesco para reconstruir nuestra angustia, nuestros relacionamientos, nuestros afectos, nuestro deseo y placer, nuestro trabajo, nuestra economía y nuestra seguridad social.

Ejercicios en haras de generar una postura crítica que nos entregue herramientas de autodefensa para identificar a nuestros usureros proxenetas y trabajar en aras de coordinar relacionamientos y organización que nos reconozca el caracter de profesión. Con ello proteger nuestro campo laboral, nuestro saber y su libre ejercicio, asegurar nuestra previsión en un oficio donde jubilamos jóvenes.  Se nos debe reconocer el mérito de ejercer aquel oficio que ayuda a canalizar la líbido angustiosamente acumulada en lxs trabajadorxs debido a la explotación, la precariedad y el abuso propiciado por un sistema capitalista y neoliberal como el que habitamos.  

Movernos para que el Trabajo Sexual sea una elección y no una necesidad como me recuerda Alejandra Soto, presidenta del sindicato de trabajadoras sexuales travestis Amanda Jofré. 



foto x muluk, buenos aires

Noelia Le Shalá, historiadora travesti y trabajadora sexual, cantora callejera, integrante de la banda "Las Indetectables".


Comentarios

Entradas populares