Barbara Piazza
Mi fantasia sexual
Es un cliente
Que fale baixinho
Y tembloroso
Dice que está
nervioso
Con sus ojos
asustados
Pero que deja
Que respire hondo
Y que solicite
cuidado
Y, despacito
Acepte mi cariño
Acepte mi cuidado
Con una leve sonrisa
Diga que estou linda
Sin embargo
Sin haber
verbalizado
Y
Poco a poco
Ese corazón roto
Pulsa y acelera
Con mis caricias en
su piel ebria
Los dientes se
revelan
Apretan fuerte
El labio bello
La cadera vibra
Toca mi pelvis
La crisálida se
rompe
El abrazo tímido
Se convierte en
fuerte
Uh, mira tu que
hombre!
El suspiro ahogado
Acompaña la mano
Que aprieta mi culo
Y encende mi ano
Sin cuidado
Me pega un rato
Mis contracciones
En el piso pélvico
Se expanden por todo
el cuerpo
Y luego abro sus
piernas
Besito eléctrico
En su deseo
Masajeo sus rodillas
Acaricio su muslo
Aliento caliente
Sus entrepiernas
Bellas
Deseo delirante
Y pronto comienzo
La chupadita
Ai, baby,
Você me deixa
molhadinha
Enquanto rebolo meu
quadril
Mamo forte na sua
glande vermelhinha
Llena de textura
Tal cual una
frutilla
Rouge
Rouge
O rugido é selvagem
And my point of view
is blur
I know that you can
imagine
I know that you can
damage
Entonces el cliente
Desesperado por placer
Grita
"ah, me voy
a..."
Y toma una actitud
Drástica
Me tira de mi
cabello
Y me quiere como un
caballo
Ponme a cuatro patas
Me siento vulnerable
Pero el hombre, con
cuidado
Acaricia mi trasero
Que pronto será
dominado
Por favor ven con tu
falo!
Inmovilizada
Esposada
Corre una cascada
El glande sube por
mi muslo
El pulgar se
introduce en mi culo
Y yo empiezo a
relinchar
Yegua!
El hombre hace ts ts
ts con la boca
El angelito es
diabólico
Y todo lo que quiero
es puro pecado
Látigo! Purgatorio!
Empiezo a rezar
Por favor súbete,
súbete!
Terminame,
desgarrame!
Por favor anulame!
Destruyeme!
Por favor!
...
Delicadamente
Llega el glande
Encapuchado
En toda la seguridad
del mundo
Déjame desarmado
Culpándome
Por cada vez que
tuve sexo arriesgado
Y bajando las
defensas
Porque, en esta vez
El cliente no es un
macho culiado
Frenesí de la
penetración.
Lucha intensa.
Tesão.
Ah, ah, aaaaaaah...
Libre estoy.
_ _ p o r n o n c w b _ _ es la escena final, bien como la síntesis, del primer capitulo del documental largometraje “DI§IDENTE$”, producido por Bárbara Piazza y Camila Diaz.
La
película es una especie de diario perverso, que recorre a los conflictos
íntimos de Bárbara, una psicóloga proveniente de Brasil, que a través de
performances posporno cuestiona los límites que impone la sociedad sobre
nuestros cuerpos.
Ese
viaje introspectivo por sus afectos y conflictos nos lleva al real tema, que es
la libertad sexual y el trabajo sexual.
La
escena presenta la banda sonora inédita de desmen (Gustavo Mendes), para
recordar las noches oscuras y frías en los clubes electrónicos de Curitiba, la
ciudad donde comenzó su viaje como artista erótica y trabajadora sexual.
¿Donde empieza mi sexo?
Iba
a decirles que mi sexo empieza en mis fantasías. Pero, en la verdad, las
fantasías son resultado de una mirada, un toque, un olor, que, de alguna manera,
me han afectado.
Esa
mirada, ese toque, ese olor, son señales de que existen otros cuerpos además
del mío. Son signos que estimulan mi capacidad cognitiva de perceber y
reconocer, y así, construir mis pensamientos y memorias. Las fantasías, al fin,
sintetizan lo que es más rudimentario de mis instintos vitales con lo que es más
complejo de mis habilidades imaginativas sobre mis acciones en el mundo.
Por
muchos años, nutrí una adicción: cada nueva persona que conocía, siempre la
imaginaba calva, y siempre la imaginaba teniendo relaciones sexuales.
Cuando
pienso en mi desarrollo como ser humano, veo que mi sexo empezó antes que yo misma
pudera existir. Solo existo porque hubo sexo. El pene de mi padre rellenó la
vagina de mi madre con vida. Las semillas de esa fiesta florecieron. Y mis
pulsaciones nacieron. Salí por la vagina de mi madre, y de mi, salió el llanto.
El llanto del ardor en mis fosas nasales por sentir el aire del mundo.
“Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes”, dijo
Shakespeare.
La
demencia no es más que el bloqueo de este verdadero flujo existencial, donde
los cuerpos descubren, se relacionan y proliferan la realidad. La demencia es
la disipación del conocimiento.
La
naturaleza y su poder por veces puede despertar avaricia y envidia en nosotros.
Tentamos descobrirla para después dominarla.
Sacamos
toda su magía para rellenar nuestros bolsillos. Y luego ponemos precio a
nuestras verdades.
Una
vez leí que los hombres son semillas, mientras que las mujeres son semillas y
tierra. Porque en nosotras se fertiliza la vida, y en nosotras se desarrolla el
fruto hasta que esté maduro para salir de la crisálida y volar solo.
La
demencia nos hizo introyectar una indulgencia con la desforestación de nuestros
cuerpos, ajustandonos a una arquitectura y un discurso del “desarrollo
civilizatório”. Pensemos en la depilación, por ejemplo.
Disciplinamos
nuestra geografía espacial para disciplinar nuestras fantasías.
Degradamos
la naturaleza, religión panteísta, para construir la civilización, religión
monoteísta.
Fantaseamos
sobre la omnisciencia porque deseamos la omnipotencia.
El
monopólio, al fin, es la ciudad de los monos. Monos que quieren enjaularse
porque no pueden soportar la totalidad. La totalidad pansexual. La totalidad
polifónica.
La
realidad estaciona. Monótona. Monarca. Monopolizada. Monofacturada. Monosexual.
Cuando
nuestros cuerpos son afectados por la fricción con otros cuerpos, de manera que
introyectemos ese contacto, la sensación es fuerte, marcante. Tal cual el
dolor. La herida es una marca de esse dolor.
Sin
embargo, el dolor sólo es posible sentir porque estamos vivos. El dolor forma
parte de un mecanismo de defensa que apunta al mantenimiento de nuestra
seguridad y estabilidad en el momento.
Es
por esa razón que la heterosexualidad se enseña a vivir. Para que a todo rato
sintamos el dolor por no entender otro cuerpo, para que deseemos descubrirlo y después
dominarlo.
En
otras palabras, el ser humano marca su presencia en el mundo al alterar lo que
toma por alteridad. Al transformar el ambiente en un lugar para llamar de suyo.
Y, al hacerlo, genera un simulacro de sí mismo – pues necesita imprimir su
sentido de identidad en los espacios que ocupa.
Así,
escapar del dolor puede venir a ser implicarla en otro cuerpo, para que no este
implicada en el nuestro.
Y,
por supuesto, la historia no deja ninguna duda de que el confort de muchos
seres humanos sólo ha sido posible por los que confieren sufrimiento a otros
seres humanos.
El dolor, al fin, es como una alarma. Como un
ruido. Sólo que táctil.
Por lo tanto, no hay como conceber mi sexualidad
sin entender la violencia que nos genera.
Pero… ¿Hay como ejercer la sexualidad sin ser
violento?
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